Al momento de pensar en talento digital, la técnica conocida como coolhunting debe ser considerada como uno de los pilares fundamentales. Posiblemente esto te puede sonar un tanto extraño.
Lo que ocurre es que, como tal, esta modalidad de investigación (y luego veremos por qué la nombramos así), es un terreno inexplorado por un gran porcentaje de empresas.
A decir verdad, casi todas las organizaciones (lucrativas o no) han hecho tanto foco en aumentar sus ventas, que perdieron de vista al personaje más importante de esta historia: la sociedad a nivel global.
Para comenzar, queremos proponerte el siguiente ejemplo: imagina a tu empresa como una embarcación. A lo largo y ancho del profundo océano llamado “mercado” en el que decidiste aventurarte, muy probablemente vayas a encontrarte con tormentas que puedan afectar el rumbo que originalmente decidiste tomar.
Y, como buenos capitán, seguramente contarás con el capital intelectual y con los marineros más eficaces y eficientes para sortear estos inconvenientes.
En este viaje, hay algo que siempre te acompañará: el viento. A favor, en contra, muy fuerte o apaciguado. Siempre estará allí. Este viento, siguiendo con nuestro ejemplo, es el contexto.
Y ahora es momento de dejar atrás todo tipo de personalizaciones, olvídate de todo por un momento. Intenta abstraerte de todo lo concreto e intenta mirar a tu alrededor, alrededor de tu empresa, de tu ciudad, de tu país, de todo. Eso que observas desde la más fría objetividad, es el contexto.
Ahora sí, es momento de comenzar.
Coolhunting: investigación de tendencias
Tenemos que partir de una premisa básica: las tendencias nacen en la calle. Las tendencias, al final del día, son construcciones provocadas, intencionalmente o no, por todos los seres humanos.
Básicamente, una tarea de investigación, perfilada desde la perspectiva del coolhunting, encontrará sus raíces en todo tipo de cambio social suscitado en el presente de cualquier sociedad.
Y es importante aclarar aquella simpleza de “tiempo presente”. Precisamente, el coolhunter deberá, con la mayor objetividad posible, aportar sus ideas en base a los cambios culturales ocurridos en una población de estudio.
Esta población puede ser una ciudad, un país, un grupo social, etcétera. Analizará los cambios culturales dados en poblaciones de millones de personas, y los tomará como premisas.
Finalmente, su tarea será traducirlas en hipótesis, las cuales, en última instancia, servirán para ayudar a su empresa a tomar decisiones de mercado.
Ahora comprendes por qué decimos que las tendencias nacen “en la calle”. Al día de hoy, y con internet como arma principal, las tendencias son cosa de todos los días.
Instagram, Facebook, Tik Tok, Twitter, LinkedIn, los blogs… todo aquello a través de lo cual las sociedades puedan expresarse, servirá como canal para la construcción de tendencias.
Es tarea del coolhunting analizar el contexto de cada uno de estos canales, o bien, de “la calle”, para finalmente poder llegar a cumplir su objetivo final. En efecto, los cazadores de tendencias llegaron al mundo del marketing para aportar sus conocimientos y facilitar una tarea que no muchas veces es sencilla: comprender el comportamiento del consumidor.
¿Cómo se realiza un trabajo de coolhunting?
Antes de comenzar necesitamos de un profesional multitasking. Para llevar a cabo un buen análisis de tendencias, será necesario contar con el apoyo de una persona fuertemente abocada a las ciencias sociales. Periodistas, diseñadores, fotógrafos, etcétera.
Todo aquél profesional capaz de analizar y procesar cambios en la sociedad, en pos de ofrecer hipótesis para una mejor toma de decisiones, siempre será de utilidad. Lo que ocurre es que, como hemos visto, la objetividad en esta tarea es crucial.
Lógicamente, sabemos que desarrollar un análisis objetivo sobre cualquier tema es prácticamente imposible. Lo necesario es contar con las herramientas intelectuales necesarias para comprender cómo es que los cambios se están dando. El qué, aunque parezca extraño, ha pasado a un segundo lugar.
Particularmente, dentro del mundo del coolhunting, la intuición toma un rol central. Antes que nada, es importante que comprendas algo: las tendencias son sumamente poderosas, pero son pasajeras. En efecto, podríamos tomar a las tendencias como sinónimo de “moda”. Pero esto sería incurrir en un error grave.
“La” moda y “las modas”, a los efectos del coolhunting, deben ser dos términos disociados. Las modas, según esta perspectiva, son construcciones de tendencias constantes. Podríamos decir, de alguna manera, que las modas son el motor que impulsan a las tendencias.
Por otra parte, “la” moda, es el combustible que le da fuerza a la tendencia en cuestión. Y es que una tendencia es precisamente eso… ¡una tendencia! El propio término lo indica, se trata de algo que está en pendiente hacia arriba. Y como todo en la vida, todo lo que sube, tiene que bajar.
Dicho esto, será más fácil comprender lo siguiente: las tendencias y las modas, son un constructo constantemente reciclado. Y vamos a explicar esto con un ejemplo práctico.
Tendencias y modas
Vamos a remontarnos dos décadas atrás. Facebook todavía no había conseguido su alcance mundial, y Spotify… aún se llamaba Ares. Es muy probable que ya hayas comprendido hacia dónde vamos.
Las modas respecto a software, casi siempre echaron raíces en el eje troncal del propio internet: las comunicaciones. Visto desde éste ángulo, las formas de comunicarse son tantas como la imaginación puede permitirlo.
Ahora bien, ¿recuerda que dijimos que las tendencias y las modas son un constructo reciclado constantemente? Vamos a establecer un paralelismo para ejemplificar más claramente todo esto: MSN Messenger vs Whatsapp; Spotify vs Ares, Fotolog (o Metroflog, según el país) vs Instagram.
Las tendencias, a los fines de este ejemplo, están en la simplicidad de la comunicación a través de software; o bien en la reproducción de canciones, o bien en la publicación de fotografía.
Siguiendo así, podríamos continuar indefinidamente. Lo que queremos explicar con esto es lo siguiente: la moda es el nombre que toma aquello que la tendencia eleva. Las modas, por decirlo de alguna manera, podrían interpretarse como las industrias culturales que dan sustento a las tendencias.
Y de esta manera, el círculo se completa: el tiempo se convierte en el juez que determina cuándo la moda finaliza. Pero siempre un coolhunter estará preparado para interpretar cómo ese reciclaje estará a punto de volver a producirse.
De esta manera, podemos llegar a una conclusión: las tendencias globales son aquellas que más rédito económico significan para las empresas. Y el modo para llegar a ellas es muy sencillo: todo consiste en analizar el contexto
¿Por qué las empresas deben contratar coolhunters?
Hoy en día, los seres humanos asistimos a un período de hiper digitalización. Los efectos colaterales que produjo la pandemia del coronavirus Covid-19, indefectiblemente nos llevaron a llevar casi todos nuestros esfuerzos al mundo del internet.
De este modo, los productos y servicios ofrecidos por las empresas, fueron expuestos a un grado nunca visto. En efecto, sin ir más lejos, la explosión del ecommerce es una prueba de ello.
Tal es así que, en virtud a ello, detectar cualquier tipo de tendencia emergente (como lo fue por ejemplo Tik Tok), se convirtió en cosa de todos los días. Y, desde luego, estamos poniendo un ejemplo absolutamente sencillo.
Esto, sin dudas, es la prueba cabal de que las empresas necesitan a fuerza contar con coolhunters preparados. La espontaneidad y la velocidad con la que las tendencias de mercado surgen hoy en día, es verdaderamente abismal.
¿Quieres un ejemplo brutal de tendencia ocurrido durante la pandemia? Vamos a remontarnos a las cuarentenas dictadas en los distintos países. En su etapa más dura, todos teníamos prohibido siquiera salir a la calle. Fue entonces cuando los videos de Tik Tok comenzaron a… ¿convertirse en tendencia? Sí. Pero siguiendo este ejemplo… no.
En este caso que te presentaremos, Tik Tok fue la moda que propulsó a una tendencia que al día de hoy se convirtió en una fuente de entretenimiento para millones de personas: los life hacks.
¿Profundizamos un poco más?
No hay mucho más para decir. El patrimonio de @khaby00, quien supo aprovechar la tendencia de Tik Tok, para convertirla en su moda “personal”, ascendió con velocidad meteórica hasta los 3 millones de euros.
¿Todavía te preguntas por qué las empresas necesitan contratar coolhunters?
Coolhunting: más allá de la observación
Para finalizar, debemos dejar en claro una última cuestión. La objetividad, dentro del proceso de detectar tendencias y entender el comportamiento del consumidor para disminuir el peso de la fuerza laboral que debería aplicarse en ello, finaliza cuando los datos ya han sido recabados.
Una vez que esto se ha conseguido, es decir, que el contexto se ha logrado interpretar correctamente y las hipótesis ya fueron planteadas, es momento de dar paso a la creatividad.
Posiblemente el trabajo del coolhunter en este punto haya llegado a su fin. No obstante, la toma de decisiones comerciales podría contar con una cuota extra de apoyo si estos profesionales continúan aportando lo suyo hasta el final.
Después de todo, no estamos hablando de una ciencia exacta compuesta por reglas taxativas o absolutas.
No obstante, si algo nos ha quedado claro, es que las tendencias y las modas, comprendidas a raíz del análisis del contexto, indefectiblemente ayudarán a que el barco siempre llegue a buen puerto.